Imagen: Bruce Blaus.
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Superficie en volumen 3D
A partir de ese estudio médico, se construye una superficie en volumen 3D que permite obtener rápidamente una primera aproximación visual del órgano o estructura dañada. Posteriormente, esa superficie es limpiada y depurada (se eliminan los tejidos periféricos).
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Modelo virtual tridimensional
Tras depurar la imagen se obtiene un modelo virtual (malla o estructura poligonal editable) del órgano que se desea imprimir.
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Impresora 3D
Esa información se envía a una impresora 3D. Dependiendo de la complejidad del órgano, el proceso de impresión insume entre 40 (un corazón) y 60 horas (un cráneo).
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Biomodelo o prototipo rápido
El resultado final es la obtención de una réplica real y exacta de órgano dañado. La pieza es utilizada para analizar el caso entre el cuerpo de cirujanos y especialistas antes de operar, y de “guía” o “mapa” durante la intervención quirúrgica, reduciendo el tiempo y optimizando el control.
Idea e investigación: Candela Ahumada.
Diseño web: Andrés Fernández.
Fuente: Unidad de Biomodelos Hospital Niños Córdoba. Caso de escoliosis severa (patología espinal) de un adolescente de 12 años. Se utilizó como pieza prequirúrgica de entrenamiento.