El protocolo de comunicación entre nodos permitirá conformar una red de satélites de órbita baja, con un potencial equivalente a un único satélite de grandes dimensiones ubicado en una órbita muy superior.
Los satélites geoestacionarios, como el ARSAT 1, están ubicados aproximadamente a 35 mil kilómetros de la Tierra.
En una configuración de arquitectura segmentada, los satélites podrían estar ubicados a una distancia de la Tierra de entre los 200 y 2.000 kilómetros.
El esquema permite la incorporación de nuevos satélites, lo que permitiría sumar nuevas funcionalidades al sistema.
Por las características de la red, un eventual fallo de uno de los módulo no compromete la totalidad del sistema, ya que el satélite puede ser fácilmente reemplazado.
El modelo de aquitectura segmentada permite reconfigurar, en órbita, la red de satélites en función de las necesidades que requiera cada misión en particular.